En días anteriores el gobernador Samuel García dio por concluida la crisis hídrica y el día de ayer reconoció que Nuevo León tiene agua con “pincitas”.

 

En la presentación del programa de Modulación de Presiones, el mandatario estatal, quien estuvo acompañado por Juan Ignacio Barragán, director de Servicios públicos de agua y drenaje, destacó que prácticamente fue este esquema el que salvo el verano, pero que la escasez de precipitaciones agravó la situación.

 

Hasta el día de hoy la Presa Cerro Prieto se encuentra por debajo del 10 por ciento, reduciendo su aportación a la red de distribución de agua potable; mientras que a la Presa La Boca solo le quedan un par de días.

 

“No ha llovido nada, ni junio, ni julio, ni agosto, nada”, refirió.

 

“Nos pusimos a jalar, y hoy tenemos (agua) con pincitas quizá, pero tenemos la demanda que pide la Ciudad”.

 

“De no haber sido por estas acciones (de Modulación de Presiones), ahorita estarían las presas secas y una crisis peor que la del año pasado”, puntualizó.

 

Barragán Villarreal mencionó que al momento se tiene un avance del 85 por ciento en la Modulación de Presiones y con una inversión de 450 millones de pesos, instalaron válvulas que permiten reducir el consumo y evitar fugas.