Roman Abramovich, tras 19 años dirigiendo al club londinense, Chelsea se despide con dos orejonas, solo para ceder todo a su nuevo propietario, Todd Boehly.

El gobierno inglés estuvo asegurándose de que Abramovich no tuviera beneficio alguno de la venta del club por su estrecha relación con Putin.

El copropietario de los Dodgers de Los Ángeles, desenvolsará 2.500 millones de libras, una cifra demasiada alta para un equipo de fútbol, de hecho, la más alta.

Finalizando con que el Chelsea opera bajo una licencia del gobierno, pues los demás fondos quedaron congelados.