POR: DON MAQUI

En el 2005, Andrés Manuel López Obrador cuando era Jefe de Gobierno también debió de tomar una decisión, aquella ocasión por motivos electorales, de separarse de realizar su tradicional “Mañanera”, un formato que tiene una aceptación del 80% de la población de aquella localidad de la Ciudad de México, e increíblemente la popularidad del ahora “rey” presidente se desplomó según las mediciones de aquella época.

Ahora que López Obrador tomó la decisión forzada por las circunstancias de su cuarentena de mantener la famosa “mañanera” con la exministra, ahora Secretaría de gobernación, Olga Sánchez Cordero al frente, parece que no está resultando para nada exitoso como cuando el presidente las encabeza.

No entendemos a ciencia cierta qué pretende Andrés Manuel con mantener sin su presencia esa rueda de prensa. Quizá le ronda en la cabeza el fantasma del 2005 y recuerda que no es momento, previo a las elecciones, de perder ni un solo instante comunicando lo que su gobierno realiza.

Perdió toda sorpresa “la mañanera” porque precisamente su actor principal se había convertido en una especie de “showman” que igual podía ironizar sobre sus adversarios, que poner un video de “Don gato y su pandilla”, criticar a Felipe Calderón, burlarse de resultados electorales, dar minutos de silencio etcétera, etcétera. Hoy sin AMLO nada es igual, y si debieran de pensar los de comunicación social del presidente en la posibilidad de cancelar ese formato antes de que el hartazgo del que hablaba Elena Poniatowska se acelere con la ausencia del Presi.

No sabemos qué pasará, pero algo tendrán que hacer porque aún faltan más de 12 días para que Andrés Manuel se reincorpore oficialmente a sus actividades y deje el confinamiento. Ahora, Olga Sánchez Cordero tiene la difícil misión de mantener cautivo a un público que es exigente porque así lo acostumbro la propia agenda del presidente.