Por: Don Maqui

Hemos visto con asombro plazas comerciales saturadas a la primera que un Secretario de Salud, con al parecer poderes omniplenipotenciarios, dijo podemos salir con las debidas medidas sanitarias, bonita cosa esa, el virus muta de peligroso a controlable si el gobierno así lo decide.

El grado de idiotez en la gente es de tal dimensión que el propio gobierno hasta hace algunos días “analizaba”, lee usted bien, analizaba, maldita sea, el poder aperturar el estadio de los Rayados para la final de Copa.

No fue privativo de #NuevoLeón la insensatez, de ninguna manera, porque la ignorancia es contagiosa, hubo por lo menos dos equipos que se atrevieron a dejar entrar a la gente a sus estadios, NECAXA y Venados Mazatlán , ahí andaba la gente feliz de la vida tomándose selfies, si, sin duda quien acuñó el término de #COVIDIOTAS no se equivocó, habrá que darle un homenaje por tan elocuente descripción.

Solo eso en nuestro entorno y bajo nuestra estrecha visión del problema podemos arriesgar nuestra vida y la de los más cercanos por un maldito circo como el fútbol, eso en definitiva coloca la afición como fanáticos enfermos.

Sí, es verdad, nada más claro que existe un hartazgo por el encierro, que la gente odia no salir de casa, detestan el confinamiento, sin embargo, cada muerte por ese mal trae una nueva alarma que se enciende.

Cada vez es más cercano el ser que muere, empieza a emularse el fenómeno de la inseguridad, aquel que nadie creía porque no le tocaba un caso familiar de secuestro, de homicidio, de robo en su casa, sólo cuando nos pasó o le pasó a un ser querido entendimos que el mal de la delincuencia había penetrado nuestra vida diaria.

Lo mismo sucede con el #Covid, hoy la sociedad desafía las reglas, se atreve a reunirse en masa, se atreve a viajar bajo las más estrictas medidas de sanidad, pero bajo el enorme riesgo que significa cruzar una ciudad, una frontera y mezclarte con gente con otras costumbres, con otros hábitos y sobre todo con su propia visión de los riesgos del mal.

De nada servirá a #México haber lanzado alertas por todos los medios masivos si la gente no comprende que el mal llegó para quedarse, si nadie entiende que jamás volverá a ser normal, porque en la anormalidad estará nuestra salvación, nuestra certeza de poder sobrevivir como en la ley de la selva, que solo sobrevive el más fuerte y el más listo.

Es inútil que las campañas de concientización sigan lanzándose si actuamos por instinto, si asumimos que a nosotros no nos pasará nada.

Seguimos viendo a los políticos de doble moral, prometiendo en cada evento cuidarse de no caer en actos que atenten contra la seguridad de la gente, fingen tomar medidas ante las cámaras, pero se atreven a participar en una boda masiva como el Senador Samuel García parece que la vida no puede esperar, eso es lo que nos está matando.

No nos mata el coronavirus, no señores y señoras, nos están asesinando quienes se creen inmunes, quienes sienten que jamás les dará ese mal, sobre todo y según las frías estadísticas, nos está matando la Juventud que oscila entre los 26 y 30 años.

El dramatismo irá en aumento y más medidas que la mayoría detestamos, como el encierro, están a nada de aplicarse.

Por ahora solo podemos decir, “que Dios nos agarre” confesados porque se escuchan rumores que habrá toques de queda, multas por no portar cubre bocas y tantas cosas más, pero, sobre todo nos debe preocupar que la parte presupuestaria ya no le alcanza al Bronco, estamos en quiebra y nadie puede hacer nada.

Por ahora solo queda concientizar a quienes se creen inmunes, ayudar a que la tragedia no se materialice, por el bien de #NuevoLeón, seamos solidarios y busquemos razonar con más elocuencia para que esto pase pronto.