POR: DON MAQUI
Sumamente extraño resultó un proyecto de resolución que elaboró la presidenta del Tribunal Estatal Electoral del Estado de Nuevo León y que al final, increíblemente, fue rechazado por los otros dos magistrados que se consideran afines a los partidos políticos. Uno de ellos es César Leal Isla, quien de plano es de dominio público que fue impulsado y, por tanto, obedece en la mayoría de sus criterios a Raúl Gracia del Partido Acción Nacional.
El otro magistrado tiene sus afinidades con el Revolucionario Institucional, por lo menos eso dejó establecido el propio PAN en el proceso electoral pasado y también actúa casi siempre favoreciendo a los “tricolores”.
Sin embargo, causa mucha extrañeza la postura de quien encabeza el órgano electoral de la entidad, ya que, los argumentos que vertió en el proyecto que circuló a diferentes medios y por redes sociales, al parecer carecía de elementos jurídicos y técnicos para sostenerse, inclusive por quienes forman parte del sistema.
Por eso causa mucho ruido ver que la magistrada, aún con eso, se mostró contraria a favorecer la alianza que encabeza una mujer dejando de juzgar con perspectiva de género pareciendo querer dar una muestra de lealtad sin tener claro para que o para quien.
Es una lástima que se ponga en entredicho la imparcialidad del órgano que será el rector de la judicialización que se viene. En verdad esperamos que la razón que plasmó haya sido acorde a lo que piensa como abogada, eso nos daría tranquilidad.
Por ahora, habrá que seguir con lupa el trabajo de la presidenta que, dicen al interior del tribunal, ha hecho cambios a diestra y siniestra para incluir gente de su entera confianza junto a ella dejando de lado a muchos personajes que tenían carrera electoral… Conste, ¡es lo que dicen!