Dicen que en política la congruencia es como un unicornio: algo mítico, que todos buscan, pero nadie ha visto, esta semana, nuestros queridos Diputados y el Gobierno de Nuevo León nos regalaron un espectáculo digno de un circo de tres pistas: unos defendiendo el aumento del predial y criticando el transporte, y otros promoviendo el aumento del transporte y criticando el predial, ¡Pobres ciudadanos!, ya ni saben a quién creerle en esta tragicomedia.
Los Diputados, esos grandes defensores del bolsillo ciudadano -o al menos eso dicen-, no han perdido la oportunidad de desgarrarse las vestiduras en tribuna para cuestionar al gobierno por querer encarecer el transporte público, ¡Qué sensibles!, ¡Qué solidarios!, ¡Qué conmovedores…! hasta que nos acordamos de que son los mismos que están empujando un aumento al predial, ¡Ah!, pero eso es diferente, nos dicen, porque “es para el bien de todos” y “los servicios necesitan más recursos”, claro, siempre hay una buena justificación cuando se trata de meterse en los bolsillos de los demás.
Por otro lado, el gobierno, con la cara bien lavada, defiende el aumento del transporte como si estuviera vendiéndonos el elixir de la vida eterna, dicen que necesitamos un transporte de calidad, que las tarifas deben reflejar el costo real, que la movilidad no tiene precio… excepto cuando se trata del predial, porque ahí sí, les parece inaceptable que los diputados piensen en aumentarle algo a la gente, ¡Qué horror, como se atreven! ¿La movilidad es más sagrada que la propiedad privada o solo es cuestión de a quién le toca cargar la factura?
Al final, tenemos a los mismos actores jugando el mismo juego de siempre: cada quien defendiendo su “verdad” según le convenga y tirando piedras desde su trinchera, los Diputados critican el transporte, pero promueven el predial; el gobierno critica el predial, pero promueve el transporte. ¿Y los ciudadanos?, a ellos les toca ver el espectáculo desde las gradas, mientras sacan la calculadora para ver cómo pagarán ambas facturas.
Queridos lectores, en Nuevo León hemos llegado al nivel máximo de la doble moral, el aumento de impuestos y tarifas no se trata de mejorar los servicios, sino de ver quién gana la carrera para cobrar primero, los políticos nos quieren hacer creer que están del lado de la gente, pero la realidad es que solo están de su lado, al final del día, ellos se van a casa con sueldos intactos, mientras el pueblo tiene que apechugar con el aumento… ya sea en el predial, en el transporte o en ambos.