Hace 39 años, los Rayados de Monterrey lograron la hazaña de coronarse campeones por primera vez en su historia, en una final dramática ante el Tampico Madero, un joven Francisco Javier “El Abuelo” Cruz se convirtió en el héroe al marcar el gol decisivo que desató la euforia en un Estadio Tecnológico completamente lleno.
El Torneo México 1986 no solo representó la antesala del Mundial en nuestro país, sino que fue el escenario perfecto para que Monterrey se consolidara como un equipo de élite. Bajo el mando de Francisco Avilán, el equipo albiazul firmó una fase regular extraordinaria, terminando como líder general con 13 triunfos, 3 empates y solo 2 derrotas, con 43 goles a favor y 18 en contra, fueron la mejor ofensiva y defensiva del campeonato.
Además, surgieron figuras clave como “El Abuelo” Cruz, quien con apenas 19 años se convirtió en el primer campeón de goleo en la historia del club con 14 anotaciones.
Héctor Becerra también brilló al ser el máximo anotador de la Liguilla para Rayados, dejando claro que la cantera albiazul estaba lista para competir al más alto nivel.
La fase final fue un despliegue de poderío rayado, en cuartos de final, Atlante fue eliminado con un global de 6-0, con un triplete de Becerra en la vuelta, en semifinales, las Chivas fueron víctimas de la solidez regia con un 2-0 global, destacando el gol de Mario de Souza “Bahía” en Guadalajara y otro tanto de Rafael “Xalapa” Ortega en la vuelta.
El destino los enfrentó en la final al poderoso Tampico Madero, sublíder general y equipo que contaba con Sergio Lira, campeón de goleo en el Prode 85 y uno de los delanteros más letales del torneo.
El partido de ida, disputado en Tamaulipas, dejó un resultado adverso para los albiazules, cayendo 2-1, sin embargo, el 1 de marzo de 1986, en un Estadio Tecnológico abarrotado, Monterrey salió decidido a cambiar la historia.
El primer golpe lo dieron los regios con un penalti cobrado por Reinaldo Güeldini, que igualó el marcador global 2-2 y forzó los tiempos extra, fue entonces cuando apareció la figura de “El Abuelo” Cruz, en un momento que quedó marcado para la eternidad, el joven delantero bombeó el balón sobre el arquero Hugo Pineda, quien nada pudo hacer, aunque un defensa rival intentó despejar, el esférico ya había cruzado la línea de gol, la afición explotó en júbilo y el coro de “¡Uno! ¡Uno! ¡Uno!” retumbó en todo el estadio.
Con ese gol, los Rayados se alzaron con su primer título de Liga, marcando el inicio de una nueva era para el club y su afición, tres meses después, México recibiría a las máximas estrellas del futbol mundial en la Copa del Mundo, con Monterrey como flamante campeón del futbol nacional.
A 39 años de aquella gesta, la memoria de ese equipo y del gol histórico de “El Abuelo” Cruz siguen vivos en el corazón de la afición rayada.