El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció la imposición de un arancel del 20.91% al tomate mexicano, argumentando prácticas de comercio desleal por parte de productores nacionales, lo que podría afectar significativamente las exportaciones agrícolas hacia el país vecino, así como encarecer el producto para los consumidores estadounidenses.

Esta decisión surge tras una investigación en la que autoridades norteamericanas concluyeron que el tomate mexicano se vende por debajo de su valor justo, lo que perjudica a los productores locales en Estados Unidos, sin embargo, representantes del sector agrícola en México han rechazado las acusaciones, señalando que el comercio del tomate ha sido transparente y conforme a las reglas internacionales.

Productores mexicanos han advertido que el arancel podría tener un impacto negativo en miles de empleos y en la economía de estados como Sinaloa, Baja California y Michoacán, por lo que el gobierno de México ya analiza mecanismos legales y diplomáticos para responder a la medida, mientras tanto, se espera que las exportaciones se vean afectadas a corto plazo.