POR: DON MAQUI

Los impulsores de los derechos universales entre parejas del mismo sexo parecen asustados con una controversia que suscitó el Vaticano, esto al señalar en un comunicado, que la Iglesia Católica no puede bendecir las uniones entre personas del mismo sexo.

Causa escándalo y revuelo esta postura, sin embargo, quienes promueven esos derechos olvidan que cada ente público, religioso y la propia familia, tiene derecho a disentir con lo que ellos creen es correcto, no se puede obligar a los que aplican reglas que los caminos modifiquen a capricho de una minoría.

Es evidente, que el propio Vaticano está atajando de origen y zanjando una línea enorme entre no juzgar y criticar las uniones entre esas parejas, y avalar las acordes a sus cánones.

Una decisión perfectamente entendible y totalmente plausible porque conserva el espíritu de esa iglesia, nadie puede venir a criticar que siga sus reglas, la lucha la emprenden los que pretenden ser iguales aún cuando son desiguales, veremos en qué termina esta novela.