POR: DON MAQUI
La gente es noble y cuando Luis Donaldo Colosio decidió traer de la Ciudad de México a dos mujeres con una trayectoria más de activistas que de políticas o de administrativas, le dieron el voto de confianza por el bono electoral altísimo que traía al haber ganado la elección de manera apabullante.
Fuimos muchos ciudadanos e incluso medios los que creímos que su idea de traer gente “extranjera” estaba presupuestada y, hasta era buena por el discurso de tener cero compromisos con la corrupción y los grupos de poder.
Lamentablemente los resultados no acompañaron a Laura Ballesteros y Lucía Riojas en dos áreas súper sensibles de Monterrey .
Su afán de volver Monterrey una réplica de la Ciudad de México no fue bien recibida en esta tierra, los usos y costumbres de los regios no empatan con los de otras latitudes, somos distintos al resto del país, guste o no esa afirmación.
Minimizar nuestras raíces fue sepulcral, tratar de imponernos modismos y sobre todo una cultura chilanga le cobró factura y altísima a la administración y a Colosio más, un año caótico y gris en todo caso.
Llegó la hora de gobernar a lo regio cómo debió de ser siemrpe, los inventos no le jalaron a Colosio y debe razonar que si quien lo llevó al poder fue la clase social con arraigos regiomontanos, es a ellos a quienes debe complacer para mantener su popularidad.
Llegará Agustín Basave socio y cómplice de Colosio, no parece ser una buena idea, pero al joven alcalde le urge tener con quien hablar un poco de política y de futuro, el diputado federal vendrá a fortalecer sus negocios (de ambos) no necesariamente a mejorar los servicios a la gente, pero por lo menos Agustin sabe poco más de cultura regia.