El gremio de los Maestros de la sección 50 de la SNTE han hecho notar su preocupación y coraje ante las prácticas de corrupción que se viven al interior de la Clínica Hospital.

No es un secreto que el Estacionamiento de la Clínica Hospital de la sección 50 ha venido siendo utilizado como caja chica de aquellos funcionarios rapaces que buscan la forma y medida ideal para robar o hacerse de un guardadito.

Fuentes cercanas al gremio de los Maestros nos han platicado cómo es la funcionalidad del estacionamiento, este tiene una capacidad de 80 autos a lo cual tiene un costo de 15 pesos cada uno, acto que no debería suceder.

Lo interesante de esto nace ante el sospechosismo de para dónde van esos Recursos. Hemos de destacar que el terreno utilizado por la sección 50 se encuentra en comodato, por lo que los ingresos deberían dirigirse al Estado, no a la caja chica de la SNTE.

Pero como no solo la basura se revuelve, también encuentras personajes muy peculiares como Manuel Uresti, quien parece que busca ubre continuamente para solventar su fallida carrera Política.

Resulta ser que Uresti es el asesor personal de Alan Segovia Núñez, quien es el Director Administrativo de la Clínica Hospital y es allegado a López Rosas, el secretario de la sección 50.

Lo peculiar es que Segovia ha insistido abiertamente que le gustaría contender por la alcaldía de Zuazua, donde tiene un nicho poder, por lo que no es de sorprendernos que los pagos del estacionamiento sean para mantener fondos en su ambision política.

Y Segovia no ha sido omiso de amarrar cabos sueltos, ha utilizado frecuentemente a Jesús Almaraz Sánchez como su chalan para lograr mover los acuerdos que se traen amarrados con Zuazua, la sección 50 y Gobierno del Estado.

La pregunta del millón sería ¿cuánto gana realmente Segovia y dónde está el dinero de los Maestros que van a la Clínica Hospital? El Dr. Víctor Manuel Leos Martínez debería ser el más capacitado para responder lo señalado, pero todos sabemos cómo funciona el gremio. Se respetan los acuerdos.

Hay toda una novela de corrupción en estos perfiles que están a cargar de la Clínica Hospital. Lo más lamentable es que los maestros, los verdaderos, esos de oficio cada vez más se ven afectados y con grandes desventajas frente a las crueles y fatídicas prácticas corruptas de la SNTE.