Después de causar expectación sobre la presentación de un supuesto Plan de Rescate Económico, el Presidente Andrés Manuel López Obrador lo único que logró fue mandar un mensaje de decepción y demagogia hacia los ciudadanos porque no informó cómo ayudará a reactivar la economía de México golpeada por la crisis mundial de la pandemia del COVID-19.

El mensaje dirigido al pueblo de México fue una reiteración del Plan Nacional de Desarrollo que se viene aplicando en el País, pero al Presidente se lo olvidó enumerar las acciones que su gobierno hará para reactivar los empleos y los apoyos a las Pequeñas y medianas empresas (PyMEs).

Es una verdadera pena que no haya dicho nada en concreto, ni presentó ningún plan ni nada que indique que apoyará a las Pymes, ni qué hará para la recuperación de los empleos de los ciudadanos que se vieron forzados a dejar sus puestos de trabajo. Siguió con su retórica de siempre y eso fue francamente decepcionante.

El Presidente dejó en claro que no apoyará a las empresas con ningún estímulo fiscal, porque según él las cosas no se harán “como antes”, eso es preocupante porque las empresas son las generadoras de los empleos que tanta falta harán al País en cuanto pase la emergencia de salud por el coronavirus.

Además dice el Presidente que se ahorrará dinero con la disminución de sueldos y con el aguinaldo que no se pagará a los funcionarios de primer nivel, pero eso suena más a demagogia y no a una verdadera ayuda.

Lo que el sector industrial demanda en estos momentos es seriedad y un Presidente que como estadista ofrezca un plan económico real, no se trata de regalar dinero ni de seguir políticas de antaño, sino de tenderle la mano al sector productivo que deberá paliar con la pérdida de empleos en los próximos meses.

MARTÍN LÓPEZ CISNEROS
DIPUTADO FEDERAL