Por: Don Maqui
Se acabó la función y el show que armaron en el partido Morena del presidente de la República, para efecto de mostrarse democráticos y con apertura a las diferentes corrientes de ese instituto político.
Se agotó el tiempo, actuaron conforme al librito, primero le abrieron la puerta a la de Escobedo, después ella renunció al partido donde militó por más de una década y en donde obtuvo tres veces el honor de ser alcaldesa.
Después vino la operación de su principal promotor político, su esposo Abel Guerra que logró hacer los amarres pertinentes en donde debía y cuando debía.
Debieron de torcerle la mano a la tía “Tatis” para que aceptara declinar su participación en la carrera por la gobernatura que representaba quizá, el único obstáculo para que Clara Luz fuera, como hoy, la ganadora de la competencia para representar al presidente en el 2021.
Lo demás es historia que ya conocemos, lo verdaderamente importante empezará el día de hoy ya que es evidente que no a todos gusta el nombramiento de la Escobedence, y veremos si tiene la capacidad de realizar la famosa operación cicatriz para hacer que todos los liderazgos de ese ring político en que está convertido Morena salten a su favor.
Por ahora, también estaremos a la expectativa de cuantos priistas traicionarán las filas de colores para sumarse, ya sea de manera abierta o de manera velada, a la campaña de Clara Luz.
La competencia más fuerte para Adrián de la Garza hoy ha empezado entre turbulencias de las últimas semanas, pero formalmente ya es la rival más fuerte.