Por: Don Maqui

Se avecina a nuestro estado, además de la madre de todas las traiciones, la madre de todas las elecciones, nunca como hoy la indefinición era tan marcada en los partidos políticos, en los contendientes y los posibles escenarios para fraguar sus posibilidades de ganar la silla máxima en el estado.

Muy atrás parece haber quedado el frío estadístico de como ganó Jaime Rodriguez Calderon “el Bronco” la elección de 2015, fue un triunfo avasallador, contundente y que sorprendió no sólo a Nuevo León, sino al mundo entero.

Un independiente luchó contra el sistema y lo derrocó, Jaime logró la inaudita cifra de un millón de votos para ser #gobernador.

Para darnos una idea de la paliza que les propinó al PAN y el PRI, debemos decir que Ivonne Álvarez logró 500,000 votos y Felipe De Jesús Cantú otros tantos iguales, es decir, que numéricamente ni juntos le ganaban aquella elección.

El fenómeno pasó pronto y las cosas volvieron a su justa dimensión para el 2018, las disputas en cada elección salvo honrosas #excepciones fueron marcadas por una diferencia mínima que incluso no rondaba ni el 2 o 3% de la votación.

El escenario del 2021 desde luego que no pinta como el 2015, no hay un candidato o candidata visible que parezca que puede arrasar con la votación, más bien, será una #elección atípica en donde existen factores con que no se contaban en el pasado reciente.

Hoy existe un partido en el gobierno federal, existe un gobernador independiente, el PAN a pesar de todo es un partido que su marca la mantiene vigente y el PRI no existe, sin embargo, Adrián de la Garza es por sí sólo el mejor posicionado de todos los posibles aspirantes a 2021.

El escenario probable de votación en el 2021 deberá rondar los 3 millones de votantes quizá, un poco menos, pero es claro que el próximo gobernador no tendrá la legitimación del “Bronco”.

Bajo esa premisa y con esa preocupación, nosotros los ciudadanos debemos de apelar a que sea el mejor o la mejor que nos gobierne, que logre los consensos necesarios para llegar fuerte a la silla que dejara el actual #gobernador.

No es tiempo de improvisación, porque la lección les guste leerlo o no, será cerrada y lo que le sigue, no vaticinamos que el ganador saque una diferencia mayor a 100,000 #votos y no es adivinanza es lógica elemental y es comportamiento estadístico de los últimos años.

Veamos que sucede, y escribamos en su momento el desenlace de la novela Nuevo León.