POR: DON MAQUI

Parece que la precipitación y la desesperación de Zeferino Salgado, Raúl Gracia y Víctor Pérez con Mauro Guerra de títere es porque ya realizaron un sondeo en la militancia disidente del partido Acción Nacional y los números no les cuadra, a reserva de San Nicolás y Santa Catarina en donde controlan de manera clientelar los votos, en toda la zona metropolitana existe descontento con la manera de dirigir de los caciques del PAN.

Después de esa filtración que se está haciendo en toda la militancia de que habrá elección interna por primera vez en seis años, todo apunta a que la gente le quiere cobrar las afrentas a Mauro Guerra por haber colocado a su hermana de diputada federal, a su cuñado de diputado federal, a su concuña de diputada local y una serie de amigos a quienes ha logrado posicionar gracias al PAN y en detrimento de la militancia.

Los fantasmas se le asoman también a Raúl Gracia que se ha servido con la cuchara grande todos estos años en que ha designado a todas y cada una de las personas que son sus amigos del círculo cercano como Hernán Salinas, Itzel Castillo, Félix Rocha, partes del sistema actual del PAN.

Parece que la militancia no olvida que han sido arteros al dejar sin poder elegir jamás a sus diputados locales en los distritos en donde no hay posibilidades de votación, le robaron la esencia a su partido y hoy el fantasma de Víctor Fuentes se les asoma con bastante peligro.

Quizá recuerdan que la última lección en que traicionaron a Margarita Arellanes, aún y con todo el aparato oficial del partido, estuvieron a punto de perder esa elección, el temor es fundado porque saben que Víctor Fuentes los desaparecerá del mapa.

Ya intentaron de todo para frenarlo, invitaron a Alejandro Rodríguez (Directivo de Tigres), invitaron a otra serie de personajes de la vida privada, trataron de convencer a Mauricio Fernández, intentaron buscar acercamientos con Clara Luz Flores, también desesperados quisieron una alianza con Movimiento Ciudadano y hoy el último reducto que les queda es aliarse con su peor enemigo, con la antítesis de Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional.

No parecen tener problema en tergiversar los reglamentos, la propia esencia de ese partido, los principios de doctrina de Gómez Morín, nada les importa, sólo taparle el camino a quien les robaría el liderazgo en el Estado, el único panista que puede ser capaz de no negociar posiciones con el PRI.

Es claro que la ruptura entre la doctrina que practica Víctor Fuentes y la de Chefo Salgado, Raúl Gracia y Víctor Pérez es irreconciliable, el choque de trenes está lanzado y parece que esta vez se descarrilará la máquina azul.

Veremos en qué queda la novela de que sólo la alianza del PRI con el PAN puede frenar el desenlace de que Víctor Fuentes sea candidato a gobernador.