POR: DON MAQUI

Cuando el presidente de México señaló aquel despropósito de qué la pandemia nos venía como anillo al dedo, laceró con sus palabras o de manera permanente a una sociedad, que aún no tenían ni siquiera la idea de la dimensión de la tragedia que nos perseguiría todos estos casi 12 meses.

La muerte y desolación de más de 120,000 personas y el luto que eso significa para sus familiares y amigos, tienen al país como el segundo con mayor mortandad por los impactos del COVID.

Sin embargo, aunque suene frívolo e insensato habría que decir que un personaje de la vida pública de nuestro país ha sido beneficiario con la tragedia, se trata de Marcelo Ebrard el Canciller que hace las veces de secretario de gobernación, de secretario de seguridad pública, de particular del presidente, y por supuesto quien es su alfil para sucederlo en el cargo en el día no tan lejano 2024.

A Marcelo Ebrard, lo hemos sostenido en este medio se le debe moralmente la presidencia de Andrés Manuel, toda vez que en alguna ocasión cuando encabezaba las encuestas precisamente contra el presidente actual decidió ceder su lugar al mismo para efectos de qué compitiera por segunda ocasión.

Parece que López Obrador, además de ser un rencoroso empedernido implacable contra sus enemigos, también es de los personajes que saben que amor con amor se paga, y por tanto a Marcelo le está pagando con creces su lealtad desde aquellos años.

Entonces no todo es desolación con la pandemia, al menos para la Cuarta Transformación no existe un personaje en plena campaña #política desde hace casi dos meses.