Por: DON MAQUI

Mauricio Fernández Garza es un personaje en toda la extensión de la palabra en la política local, es ese funcionario que la mayoría de los panistas admiran, pero que ninguno puede siquiera imitar, ¿por qué?porque para ser como el ex alcalde de San Pedro se necesita tener libertad, de lo cual el 95% de los panistas adolecen, pues suelen ser, con perdón de la palabra, “perros de correa” que sólo llegan hasta donde el amo les permite a través de la cadena.

El exalcalde de San Pedro ha tenido que pagar caro ser como es, sin embargo, nunca ha cambiado su forma a pesar de las dolorosas derrotas que ha sufrido en distintas etapas de su camino político.

Todos recordamos con un dejo de nostalgia que este estado empezó su descomposición política cuando en el 2003 Natividad González Paras le ganó la gubernatura al personaje de esta columna, increíblemente Mauricio, todos recordaremos, era un adelantado a época, ya que hace 17 años ya hablaba de cobrar cuotas acordes a la realidad económica de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) tal como hoy se realiza, por lo que ha criticado los pagos que los alumnos deben de hacer.

También hablaba de la legalización de la marihuana que, finalmente, hoy en día está por darse ese hecho inaudito en nuestro país.

Perdió la oportunidad de gobernar un hombre que quizá pudo haber hecho más por este estado que los últimos tres gobernadores, sin embargo, el hubiera no existe y mucho menos en la política.

Recientemente, Mauricio junto al PAN, sufrieron una dolorosa derrota a manos de Miguel B Treviño De Hoyos, el candidato independiente que logró juntar todas las coyunturas posibles para resultar electo en San Pedro contra Rebeca Clouthier, quien jamás fue del agrado de Mauricio y por tanto bajó los brazos por decir lo menos y dejó que la suerte decidiera el futuro de la hija del Maquío.

La decisión de Raul Gracia Guzman de no permitirle a Mauricio Fernández en el 2018 ser el candidato, o bien impulsarlo, tiene un antecedente histórico: el temor fundado que le causaba al Diputado Federal que se repitiera el fenómeno de Hugo Ruiz, que Mauricio también respaldó, apoyó y logró ser alcalde y que después traicionó los designios del ex consejero de la judicatura y exsenador, por lo tanto, no deseaba correr esos riesgos nuevamente con un alfil del buen Mauricio.

Las circunstancias políticas han cambiado, pero Mauricio Fernández no sigue siendo el mismo tipo que habla de lo que piensa y como lo piensa en el momento, ya que recientemente puso en jaque a Miguel Treviño con el tema de las vacunas e increíblemente como si supiera, o quizás si lo sabía, Andrés Manuel López Obrador autorizó a los gobiernos municipales y estatales, así como a la iniciativa privada, comprar las dosis contra el Covid.

Ha empezado su camino bien rumbo a recuperar para el PAN la joya de la corona que le abolló y hasta les robó Miguel Treviño; las encuestas de momento favorecen al Alcalde por razones naturales, sin embargo, es evidente que una vez que Mauricio se ha ungido como candidato panista, vendrán los apoyos de la clase empresarial, y por supuesto, de quienes ya gobernó en tres ocasiones, pues tendrán de nuevo la tranquilidad de un gobierno eficiente con un toque característico de Mauricio.