Luego de que, al ex general de la Sedena, #SalvadorCienfuegos, se le detuviera en los Estados Unidos, dejando de lado si es culpable o no, la manera en que la #DEA realizó la detención molestó a propios y extraños, incluso, hasta a las fuerzas armadas. Por ello, Marcelo Ebrard envío a los estadounidenses una nota diplomática impulsada por este malestar.

“Violaron nuestra soberanía al investigar aquí y no informarnos, estuvieron indagando en nuestros dominios y debieron hacernos partícipes de ello, no para colaborar necesariamente, pero sí porque es nuestro territorio”, contó #Ebrard de una fuente militar que participó en la junta previa a “la mañanera” del pasado 26 de octubre. “

El asunto todavía luce más preocupante, pues para no quedar mal, el #Presidente tuvo que salir al paso asegurando que le habían notificado días antes respecto a la investigación de Cienfuegos, cuando la realidad era que sólo había recibido un par de avisos que, de ninguna manera, mostraban la seriedad sobre la investigación contra el General.

“Nos vimos tibios frente a los gringos; el General fue la más alta autoridad en las fuerzas armadas en tiempos de Peña Nieto. Debieron, por mero asunto diplomático, avisarnos que estaban en México trabajando la investigación desde el arranque del actual gobierno, aunque la pesquisa viniera de años atrás”, dijo un vocero militar a Ebrard.

Así mismo, los militares expusieron en la junta de aquel 26 de octubre que, si la cancillería no efectuaba la ‘’queja o extrañamiento’’ público correspondiente, lo harían ellos mismos inmediatamente, esto en forma de amenaza para el #GobiernoFederal.

“La DEA viola frecuentemente el acuerdo del 2 de julio de 1992, donde sus agentes sólo deberían ser enlaces para intercambiar información en México, no efectuar tareas reservadas para nuestro país”, y en el caso Cienfuegos se olvidaron de cualquier pacto.