La industria tequilera mexicana se enfrenta a un nuevo reto: la amenaza de un arancel del 25% por parte del Gobierno de Estados Unidos, impulsado por Donald Trump, Ana Cristina Villalpando, directora de la Cámara Nacional de la Industria Tequilera (CNIT), advirtió que de materializarse estas tarifas, toda la cadena productiva se vería afectada, desde los agricultores de agave hasta los distribuidores y consumidores en el país vecino.

Ante este escenario, Villalpando detalló que la industria contempla tres opciones: absorber totalmente el arancel, compartirlo con el consumidor o trasladarlo en su totalidad al precio final.

Sin embargo, advirtió que cada empresa deberá definir su estrategia de mercado, ya que el impacto será diferente según su modelo de negocio, actualmente, el tequila es el segundo destilado más consumido en Estados Unidos y en 2024 representó el 67.5% de la producción total de México, con 335 millones de litros exportados.

El aumento en el precio de la botella de tequila podría provocar que los consumidores opten por otras bebidas alcohólicas, afectando gravemente las ventas, además, los proveedores y minoristas podrían enfrentar ajustes en sus márgenes de comercialización, impactando sus inversiones y estrategias de crecimiento, la caída en la demanda también significaría menos pedidos y contratos para los productores de agave, debilitando aún más la economía del sector.

Pese a la incertidumbre, la CNIT ya trabaja en estrategias para mitigar el golpe y mantener el posicionamiento del tequila en el mercado estadounidense.

“Que el consumidor, con el mismo presupuesto que designa a un tequila, pueda adquirir algún otro que sea del segmento del mismo presupuesto que tiene considerado. Entonces ahí dependeremos de la estrategia de negocio que siga cada casa tequilera”, puntualizó Villalpando.