Que si vale, que si no vale, al final de cuentas los aficionados Tigres saben de la relevancia y el especial furor que se siente por esta competencia, hoy, festejan como sin mesura instalarse en la gran final probablemente con el campeón de la UEFA Champions League, una hazaña que nunca antes logró otro club mexicano hasta ahora.

Demeritarlo es muy sencillo, pues la trayectoria del equipo para llegar a donde está no fue tan complicada como para otros clubes mexicanos que tuvieron múltiples participaciones en dicho torneo, el destino eligió a los felinos para llegar a este momento, en donde no titubearon como en otras ocasiones, se presentó y no lo dejaron ir.

Quien iba a decir que ese gol de cabeza antagónico de último minuto del portero argentino Nahuel Guzmán les diera hoy la posibilidad de competir contra el mejor club del mundo; para la mala suerte del club regiomontano, ese gol, además de marcar el camino, marcaría el inicio de una pandemia sin precedentes que dejaría a la competición sin más remedio que suspenderla por tiempo indefinido.

Las burlas, las críticas y la incertidumbre llegaron por probablemente no lograr el objetivo de la internacionalización que tanto añoraba el club de San Nicolás de los Garza, sin embargo, la historia les tenía un plan perfecto ya preparado para dejar su huella.

Un giro de eventos hizo que la competición volviera y con ello la esperanza de los millones de aficionados felinos por ver a su equipo jugar en un terreno internacional, el esquema fue distinto, ya no era un partido de ida y vuelta, sino solo de uno, lo que permitió que el torneo avanzara de manera rápida y directa, algo que aprovechó el Tuca Ferretti con toda su experiencia para guardar los resultados en solo 90 minutos.

Y llegó otra vez la oportunidad de ser reconocidos internacionalmente, otra final más de Concachampions en contra de un poderoso club angelino comando por Carlos Vela, no fue sencillo, pero se logró, Tigres ganaba por primera vez el torneo continental de la zona y llegaba la oportunidad para disputar el Mundial de Clubes.

Ahora, la crítica era distinta, la presión por trascender en un torneo tan impredecible era importante, muchos decían que no iban a pasar de primera ronda, eso era lo que esperaban, sin embargo, Tigres tomó la motivación necesaria y se plantó como equipo novato a demostrar cómo se juega en el futbol mexicano, ganó en su presentación mundialista al equipo coreano de la mano del mejor futbolista de historia, el francés André Pierre.

Un obstáculo mayor estaba por venir, el campeón de la Copa Libertadores se ponía enfrente de sus aspiraciones, un equipo que venía de dar un papel espectacular en el torneo sudamericano, sin embargo, los felinos venían con el sueño intacto de trascender y lograron vencer con un juego redondo; la frase de ese partido fue: ‘’Jugaron como nunca, y ganaron como nunca’’.

Es natural que siga habiendo críticas y rivalidad con los propios clubes mexicanos, pero quienes amamos la pelota sin colores sabemos de la hazaña que se acaba de lograr, fuesen cuales fuesen las circunstancias, Tigres logró que las miradas de todo el mundo estuvieran puestas en el futbol mexicano, y eso, eso debería darnos orgullos como mexicanos, más allá de la institución regiomontana, esto será fructífero para todos.

El equipo chico, el equipo que se fue a segunda, el equipo odioso de azul y oro lo logró.