POR: DON MAQUI

A Samuel García, ya no le bastó hacer el ridículo en plena campaña con la playera de los Tigres recorriendo nuestro hermoso estado, no señores y señoras, también se aventó la puntada de qué va a construir un estadio de fútbol para que los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que sólo tienen el nombre porque pertenecen a un negocio privado que desde hace más de 20 años les deja ganancias exorbitantes y del cual la universidad no recibe nada tenga su propia casa.

Increíble la incongruencia del candidato del Movimiento Ciudadano, que le gana el populismo y, además, su afición por el equipo felino.

Que no es el mismo Samuel García quien clama y exige al gobierno federal que compre medicamentos para combatir el cáncer de los niños, el que pedía y exigía más dinero para las estancias infantiles, que se queja del populismo del candidato, perdón, del presidente de la República al mandar construir estadios de béisbol, ¿no es Samuel García el promotor de un gobierno responsable?

Pues aquí se ve la ambivalencia política de alguien que busca a toda costa quedar bien con todos los sectores de la población, no dudamos que el día de mañana lance alguna propuesta para la otra mitad de la afición de Nuevo León, es decir, de los Rayados a la cual les prometa alguna estupidez para conquistarlos.

¿Cómo creer que un candidato es serio cuándo es capaz de realizar este tipo de propuestas?, el negocio privado lo quiere volver fuerte como lo hizo Enrique Alfaro en Guadalajara o como lo han hecho otros populistas como Andrés Manuel López Obrador.

Pero bueno, parece que comprende a la perfección que al pueblo pan y circo, y ahí vamos todos escuchando esa sarta de tonterías que proponen en campaña, como construir un estadio, Dios nos agarre confesados con la posibilidad de que este hombre nos gobierne.