Por: Don Maqui
¿De qué nos está hablando Mauro Guerra Villarreal cuando le tocan el tema del candidato o candidata a gobernador de su partido para el 2021 y señala cínico y sin escrúpulos que se está haciendo un análisis para encontrar al mejor perfil?
De entrada, le guste o no le guste a sus jefes políticos como Raul Gracia Guzman, Chefo Salgado, Victor Pérez Díaz, el senador Víctor Fuentes Solís es por mucho su mejor perfil, su político más preparado en este momento, el que más cerca de la gente ha estado los últimos dos años y eso no lo dice Fuentes Solís, eso lo dicen las propias encuestas con que cuenta el partido de Guerra Villarreal. Iniciar una “guerra” contra un personaje por rencores pasados (que no son ni siquiera propios), es mezquino.
Pero vea, en la política todo se vale y más cuando se tiene el poder como el del presidente del PAN Nuevo León, lo que no se vale (y es donde todos tenemos derecho a criticar) es que Mauro Guerra Villarreal percibe un sueldo que se paga con “sus y nuestros” impuestos, y todavía quiere venir a hablar de principios y de rentabilidad.
Es un secreto a voces, y además está de manifiesto en la Cámara de Diputados y en el Congreso local, el nepotismo con que se conduce Mauro Guerra. En la elección pasada, casi literalmente, sacó del exilio político a su hermana Isabel Guerra y la colocó como diputada federal plurinominal. No recordamos en este medio que dicho personaje haya pasado por un filtro, simple y sencillamente la colocó en una posición estratégica y no reparó en que la muchacha llevaba, de inicio, más de 15 años sin vivir en Nuevo León y además, que su último cargo fue de regidora en el 2000.
Pero donde es el colmo y todos palidecemos al hablar de mejores perfiles, es en el caso de su cuñado incómodo Poncho Robledo. Dicho personaje ha perdido dos elecciones, una en el distrito más emblemático y azul de su municipio, y la otra en el 2015, contra un alicaído Francisco Cienfuegos al que no le hizo ni cosquillas a pesar de los señalamientos sobre Medina.
Para mala fortuna de Mauro Guerra, lo que exige de los demás candidatos es lo que no pide en quien desea ser candidato en #Guadalupe, debería el presidente leer los estatutos de su partido y comprender que Robledo, su cuñado, no goza de uno de los requisitos fundamentales que debe tener quien aspira un cargo de elección popular en Acción Nacional y hablamos de la buena fama pública, de esa Robledo adolece y está documentada.
Ojalá que Mauro Guerra Villarreal aprenda a controlar su lengua porque tiene una cola muy larga y más, si atendemos a todas las fechorías que en su momento denunciaron panistas ante la comisión respectiva dentro de su partido por compras extrañas de terrenos a diestra y siniestra y por supuesto, lujos como una camioneta de 1 millón de pesos.
Así que mi Presi, déjese de cosas, ¡póngase a jalar! Deje el doble discurso y la doble moral para sus jefes políticos, que ellos si son profesionales en esto y por lo menos tenga la decencia de aceptar que guardar silencio a veces es su mejor carta de presentación.
¡De nada!