La esperanza, unidad y sangre de los héroes están simbolizados en los colores de la bandera mexicana. Los colores verde, blanco y rojo, que abrazan además al escudo compuesto por un águila devorando una serpiente; es un símbolo de unión, identificación y sentido de pertenencia nacional.
Información del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal señala que en 1821 Agustín de Iturbide buscaba dar garantías a los mexicanos declarando la Independencia de México y fue entonces cuando nació la bandera mexicana.
Recordemos que con el Plan de Iguala, Agustín de Iturbide alza la bandera Trigarante con los colores verde, blanco y rojo, pero en franjas diagonales, con los que se garantizaban algunos derechos: el blanco representaba la religión católica, el verde la independencia de México ante España y el rojo la igualdad y la unión de los mexicanos con los españoles y las castas.
Al finalizar el Imperio de Agustín de Iturbide en 1823, el Congreso Constituyente instauró oficialmente la Bandera Nacional conservando los colores verde, blanco y rojo, pero con algunos cambios: al águila se le quitó la corona imperial y se agregaron los símbolos republicanos de las ramas de laurel y encino.
De acuerdo con el INAFED, a mediados del siglo XIX, con la llegada de Benito Juárez a la presidencia del país, se cambió el significado de sus colores, como consecuencia de la separación del Estado con la Iglesia. De esta forma, el verde significaba la esperanza; el blanco la unidad y el rojo la sangre de los héroes nacionales.
El día de la Bandera fue establecido el 24 de febrero de 1934, sin embargo, esta conmemoración fue oficialmente reconocida hasta 1940, por decreto del Presidente Lázaro Cárdenas del Río.