El Papa Francisco, de 88 años, hospitalizado desde el 14 de febrero por una bronquitis con infección polimicrobiana que derivó en una neumonía bilateral, pasó una “noche tranquila” y continúa con su tratamiento en el hospital Gemelli.
Este domingo, recibió al secretario de Estado vaticano, el Cardenal Italiano Pietro Parolin, y al sustituto de la Secretaría de Estado, el venezolano Edgar Peña Parra, con quienes trató varios asuntos.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, confirmó la visita sin ofrecer más detalles, el último parte médico indicó que, tras una crisis respiratoria el viernes, el papa se encuentra “estable” y muestra una “buena respuesta” al tratamiento con ventilación mecánica no invasiva y oxigenoterapia.
Esta mañana, el pontífice desayunó, tomó café y leyó algunos periódicos, como es su costumbre, mientras continúa con su tratamiento, aunque su situación clínica parece haberse estabilizado, los médicos mantienen la cautela y el pronóstico sigue siendo “reservado”.