POR: YARESSI ORTEGA

Quienes lo conocen señalan que es un hombre que no tiene palabra, argumentan nuestras fuentes que a pesar de que un día fue benefactor de ganar una diputación federal con apoyo de diversos actores del municipio de Guadalupe, no fue capaz de ser leal con quienes le tendieron la mano y, por el contrario, jamás cumplió la palabra empeñada en un acuerdo político.

También relatan que suele ser un hombre explosivo de mecha corta, como se les dice normalmente, revanchista y sobre todo machista, lo cual a su servidora le consta, pues recientemente este personaje se atrevió a denostarme insinuando que no tengo la capacidad para estar al frente de este medio de comunicación y que es un hombre quien ostenta la dirección del mismo. Lamentable su trato hacia mi persona, sin embargo, no seré llorona y no me quejaré con las instancias legales correspondientes, porque a los políticos como Daniel Torres, el mismo destino siempre les cobra factura. Seguramente a su mujer o alguna de sus hijas, si es que tiene, o hermanas, alguien las tratará de minimizar como él lo intentó conmigo, pero allá él y sus comportamiento misogino.

Pasando el terreno estrictamente político, es importante resaltar la incongruencia que ha mostrado en los últimos años Daniel Torres que ha pasado de ser un personaje priísta, al lado independiente y ahora morenista. El cinismo de Torres Cantú no tiene límite, y prueba de ellos es que fue capaz de lanzarse con todo contra el presidente de la República en su incursión, defendiendo al Bronco, pero hoy rinde culto a la figura presidencial y todo lo que significa la cuarta transformación.

Quienes lo conocen lo identifican como un hombre traicionero, y a juzgar de los hechos así lo parece, ya que actualmente busca a toda costa ser candidato a alcalde, anhelo que persigue hace mucho tiempo y que lo hizo ser desleal con el partido que le dio todo en la vida, el Revolucionario Institucional.

Posteriormente a esto, se lanzó a los brazos del bronco, a quien también se dice traicionó cuando el gobernador hizo alianza de facto con el Partido Acción Nacional y Torres Cantú decidió no apoyar a quien lo sacó del pozo en el que estaba metido al terminar el proceso electoral 2018.

Prefirió seguir los pasos de la cuarta transformación, a la que seguramente también traicionará si existe una propuesta de parte de su antiguo partido.

Las condiciones están dadas y es un momento idóneo para que “en río revuelto haya ganancia de pescadores” ya que con todos los brincos de chapulín que ha dado el personaje central de nuestra columna, no sabemos de ninguna manera donde terminará, si apoyando a Alfonso Robledo, a Cristina Días, o simple y sencillamente fracasará nuevamente en su intento por gobernar Guadalupe.

Para rematar, dicen los enterados que en migración no dejó todo en orden como debía y a quien le dió el cargo actualmente le achacan situaciones graves que, indudablemente, repercutirán en el propio Daniel Torres… pero esa es otra historia que más adelante contaremos.