POR: DON MAQUI

Parece que para tener caprichos que cumplir como gobernantes no hay edades, entre Andrés Manuel López Obrador y Samuel García existe un abismo de fecha de nacimiento, sin embargo, las ideas populistas son las mismas, la diferencia es que uno ya ejerce el poder y el otro aspira a ejercerlo.

Vergonzoso resulta ver, que un presidente de la República en lugar de estar pensando en invertir 500 millones de pesos en la compra de vacunas o bien de medicamentos contra el cáncer de niños, prefiere adquirir algo que le satisface en lo personal, porque es su deporte favorito el béisbol, vaya infamia la del gobierno federal que lo permite.

Sin embargo, no hay que hacer mucho alarde de cómo piensa el populista de López Obrador, como el mismo Samuel García lo llama, ya que, él en plena campaña y efervescencia se aprovecha de la ignorancia de los electores sobre todos los que son fanáticos de TigresOficial y les receta una promesa igual que la del presidente, les ha dicho que les construirá un estadio a sus felinos, no sólo lo dice sino que lo promueve en publicidad panorámica.

Un joven con mente de viejo, pero sobre todo que pretende engañar al pueblo con ideas del populismo que tanto decía combatiría, veremos si la suerte le da la oportunidad siquiera de llegar a la contienda.