Por: José L. Mendoza De Anda
Es claro que el populismo no distingue ideología política o Partido alguno, aquí no hay izquierdas o derechas, sólo una forma de acción donde lo que más importa es el carisma y el respaldo social.
Esto lo entiende a la perfección el Senatore, Samuel García, quien ha demostrado que hará todo lo posible por robarse el voto popular y especialmente el de los jóvenes. Pues el Caballo negro comprende que este grueso poblacional será quien decida en 2021 el rumbo de Nuevo León, y fiel a su oportunismo político, el San Peter Boy no puede dejar las oportunidades de oro que se le presentan.
En este entendimiento que hay que hacer de todo por mantenerse en el ánimo popular, Samuel García ha sumado a sus arcas digitales a personajes como Poncho De Nigris y su clan, así como algún otro influencer Sampetrino que se le haga reverencia a su persona y no bastando hasta taquero ahora resulta que es.
El Senatore se mostró muy a gusto haciéndola de taquero junto con la gran Lady Chancla y si no fuera suficiente, el Senarote se aventó una de pirueta instalando una “oficina móvil” con una mesita y un letrero hecho a mano, dejando ver su lado más wannabe de Pueblo.
La clara ventaja en la carrera a la gubernatura es clara, pues Samy Boy no ha desperdiciado ningún momento para buscar alianzas en su visión por tomar a la fuerza la silla del Palacio de Cantera; recordemos que sus primeros coqueteos se los dio con el PAN con el que aún no amarra completamente la alianza; igual con Clara Luz, pero ella es otro tema, pues resulta que el alcalde de su ciudad hermana, Zeferimo Salgado es quien está buscando posicionar a Samuel García en un acto más por fregar a los albiazules.
Esto apenas comienza, el bañito de pie lo será fundamental. Las viejas estrategias priistas serán las protagonistas en las próximas apariciones de García, quien hasta ahora es el Caballo Negro a la gubernatura.
Y recuerden queridos amigos, tal como lo dice la politóloga, Gloria Álvarez: “Hay derecha e izquierda populistas, porque es una forma de manipulación. Lo usa cualquiera que no tenga una propuesta política definida ni planes de gobierno concreto ni hace uso de la razón ni la lógica para gobernar”.
Ya tuvimos un fracaso en 2015, uno más en 2018 con el presidente, no repitamos el problema en 2021.