La larga lucha de Morena por definir quién es su dirigente nacional por medio de una encuesta, le ha costado al menos 21 millones de pesos pagados, y adivinen de quién, pues claro, por los mismos contribuyentes.

El partido que tiene por lema la austeridad, que elimina fideicomisos para “ahorrar” y que ha pedido que se reduzca a la mitad el financiamiento público a partidos, hoy gasta 21 millones en una encuesta que bien podría ser manipulada en gana.

Según la programación de gastos, a cinco empresas se les pagarían 15.6 millones de pesos por las dos encuestas: la primera que fue la de reconocimiento que definía a los aspirantes.

La segunda encuesta, es la que dio los resultados finales con un “empate técnico” entre Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, lo que por ende, obliga a la tercera.

Además, también se realizaron gatos para la difusión digital y contratar expertos que tuvieron que explicarle a Muñoz Ledo como funcionan las encuestas.

Pero esperen, eso no acaba ahí, los candidatos realizaron una campaña digna de ser presidencial, ya que incluyeron espectaculares, promocionales y giras, a pesar de que lo tenían prohibido.

Como perros y gatos los dos aspirantes a la presidencia se han dicho de todo, pues en conferencia, Muñoz Ledo, quien se dijo “camarada” de Andrés Manuel López Obrador, pero no su empleado, demandó que se le reconozca su triunfo en los dos primeras encuestas.

“Que hagan una tercera encuesta, ése es su cuento, yo ya soy presidente (de Morena)”, dijo el Diputado federal.

A su vez, Delgado declaró en su ‘gira presidencial’ que Muñoz Ledo era “ambicioso vulgar” y además, redactó un escrito dirigido al INE en el que pide acelerar la aplicación del tercer cuestionario.

La “pelea de los billetazos” encontrará su definición del 16 al 22 de octubre, así lo anunció el INE.