El día de ayer, la nueva Alianza Federalista invitó a la titular de la Secretaría de Gobernación Olga Sánchez Cordero, a reunirse con ellos, pero esta vez, fuera del marco de la vieja Conferencia Nacional de Gobernadores, de la que ya no forman parte.

Mediante un oficio firmado por los 10 gobernadores del país que integran dicha organización, pidieron ser escuchados por el Gobierno Federal y no bateados como de costumbre.

“Le extendemos una cordial invitación a la próxima reunión de la Alianza Federalista. Estamos convencidos de que puede ser útil para avanzar en la construcción de la agenda que México necesita. Queremos escuchar a la Federación. Pero también pedimos ser escuchados desde la dignidad del pueblo que representamos”, señalan.

Anteriormente, Sánchez Cordero anunció que este primero de octubre tenía la intención de reunirse con los todos los gobernadores del país a fin de analizar una estrategia de reactivación económica y poder llegar a mejores acuerdos por medio del diálogo.

Ante ello, los caprichosos mandatarios propusieron reunirse para analizar y estructurar juntos las propuestas para la reactivación económica del país, salud, seguridad, sustentabilidad energética, medio ambiente e integración comercial.

“Nuestras propuestas están en la mesa. También nuestra voluntad política. Creemos firmemente en que el clima de confrontación sólo agudizará los enormes problemas que padece el país. Queremos poner nuestra legitimidad democrática al servicio de las causas que importan a la gente. Somos aliados, no enemigos”, dice
el documento.

En su postura, reconocieron el esfuerzo de Sánchez Cordero por tener la intención de llegar a un diálogo formal en esta nueva reunión de gobernadores en el ámbito de la CONAGO, sin embargo, los rituales del pasado en poco abonan sin la disposición auténtica a converger en la pluralidad.