POR: DON MAQUI

La cifra más baja de contagios de junio del año pasado hoy se registra en nuestra entidad, se dice fácil, pero ha sido una tarea titánica para el Dr. Manuel de la O Cavazos, y por supuesto de un alto costo político para Jaime Rodriguez Calderon el “Bronco”.

Quién no recuerda con claridad cuantos actores políticos y de iniciativa privada, se han empecinado una y otra vez en criticar al gobernador por tomar medidas drásticas en contra de la economía, decían ellos es en contra del esparcimiento y de tantas estupideces más en las que disfrazaban su intención de que a Nuevo León le fuera mal.

La clave ha sido que Jaime Rodríguez Calderón fiel a su costumbre y echado para adelante ha decidido siempre en base a proteger la salud y la vida de los neoloneses, no le ha importado enemistarse con empresarios, con capitanes de los negocios en la entidad, inclusive con políticos que desafiaban una y otra vez sus propuestas.

Llegó incluso al momento en el que tuvo que amagar con un toque de queda, esto si las cosas no registraban el orden que se requería en aquel momento para hacerle frente al incremento de contagios que se venían a nuestra entidad, y que parecía llenaría de muerte y desolación a nuestro bello estado.

Hubo políticos que exigían no cerrar el comercio debido a las perdidas, recordamos con precisión cuando el 10 de mayo el “Bronco” decidió suspender las actividades de las pastelerías, de las florerías, también lo fue cuando canceló el día de muertos las visitas al panteón, aseguró que los estadios no regresarían de ninguna manera con gente, además prohibió los fines de semana que se desarrollarán actividades.

En fin una serie de medidas totalmente necesarias que hoy vemos tras el resultado, pero que dividían a la sociedad, una sociedad polarizada por el confinamiento la gente que pretendía salir a como diera lugar y la otra que aplaudía vehemente al gobernador por tener los pantalones de sostener que la salud es prioridad, parece que la pesadilla ha quedado atrás y hoy sólo nos toca agradecer al mandatario que más allá de sus aciertos y errores en su sexenio, por lo menos en más de un año que lleva la pandemia no ha titubeado ni un solo momento y ha tomado las decisiones que como jefe máximo de la administración pública de Nuevo León le correspondían.

Merecen un reconocimiento y un aplauso, él y su equipo principalmente Manuel de la O que ha estado al frente de la lucha contra la pandemia, hoy parece ser que podemos decir con felicidad que vamos ganando en Nuevo León.