Una niña de tan solo 11 años, desarrolló según los expertos su instinto de supervivencia, pues tras sus amigas ser asesinadas por Salvador Ramos, para evitar que este le disparará se untó rápidamente sangre de sus amigas y se quedó tirada en el suelo.

El tirador según un ex compañero, no sufría bullying, sino que al contrario intentaba hacerlo, pero al ser ignorado o recibir respuestas de los demás se enfadaba y frustraba, añadiendo a todo esto, se descubrió que torturaba animales, una práctica muy cruel.

Sin duda, es una de las masacres más tristes de las últimas décadas, por lo que noticias seguirán apareciendo sobre lo acontecido, como este caso de la pequeña que, pese a la terrible situación vivida, logró ser inteligente emocionalmente y encontrar una salida que le salvo la vida.