POR: DON MAQUI

Escribir sobre Felipe de Jesús Cantú es recurrir a la historia del partido Acción Nacional y encontrarse en ella que el ex candidato a la gobernatura por Nuevo León, ferrio defensor de la honestidad y la transparencia en el ejercicio de gobierno, fue pieza fundamental en lograr que su ex partido fuera posicionada en el colectivo ciudadano común.

Hace algunos años, Cantu Rodríguez, siendo diputado local, mostró que tenía dotes de matador de personajes emblemáticos del Partido Revolucionario Institucional, descubriendo una serie de corruptelas en el gobierno estatal, emanado precisamente de los tricolores y que encabezaba Sócrates Rizo García

Para ser más precisos, fue Felipe quien inició la cacería del exgobernador a quien le costó salir del gobierno estatal para darle paso a un gobierno de interinos con Benjamín Clariond Reyes.

De ahí en adelante, el ascenso de Felipe en la política fue meteórico, logrando la cúspide en el año 2000 cuando se consagra ganando la alcaldía del municipio de Monterrey, que irónicamente le negaban los de la vieja cúpula, pero el destino obligó a un reacomodo de fuerzas internas y de candidatos tocándole casi de rebote ser el edil regio, antes de ello, Jesús María Elizondo arropado por Fernando Canales y la propia Alejandra Fernández, le robaron en sentido figurado la posibilidad de ser en el año 97 alcalde a Felipe

Lo que viene después en la historia de Felipe de Jesús Cantú es notoriamente conocido por nuestros Maquilectores. Encabezó la mayor de las traiciones a un personaje político, por lo menos de manera pública en la vida de Acción Nacional, en contra de Margarita Arellanes

Con ello, al igual que hoy, Felipe de Jesús Cantú se alzó con una victoria inesperada qué lo convirtió en candidato a la gubernatura, sin embargo, el destino quiso que el gobernador actual, Jaime Rodríguez Calderón, prácticamente lo desapareciera del mapa electoral y le ganara dos a uno, no sólo a él, sino a la propia Ivonne Alvarez, candidata del PRI.

Hace apenas dos años y medio que compitió por la alcaldía de Monterrey, en donde al parecer no le alcanzó la fuerza de su partido y menos pudo lograr sumar a todos los liderazgos para arrasar, siendo anulado su triunfo en el primer intento de julio del 2018 y repitiéndose la elección en diciembre del mismo año con sumándose otra derrota para Felipe.

Pensar en minimizar la salida de Felipe de Jesús Cantú como si fuera un panista más, es tener una ceguera impresionante, incluso no haber logrado por parte de Larrazábal, o el mismo Raul Gracia o Zeferino Salgado, que su referente de los últimos seis años se quedara en las pilas albiazules habla de una increíble soberbia.

¿Cuánto valía que Felipe se quedan en el PAN? ¿qué representaba cederle una posición plurinominal como la que se merecía? ¿a qué le apuestan los líderes albiazules provocando una desmandada de todos los fieles del ex candidato a gobernador?

Son preguntas que sólo los panistas pueden responder pero que el día de hoy rondan como si se tratara de una operación estilo Troya. Solo ellos saben en qué terminará esta novela. Lo que es un hecho es que parece que esta salida ,como ninguna, si les puede restar credibilidad en la poca moral que le queda a ese partido. Veremos y escribiremos al respecto.