POR: DON MAQUI

Quizá no sea lo que todo el mundo dice y la gravedad con que lo afirman, pero una cosa está clara, Andrés Manuel López Obrador sí parece reaccionario y violento con quienes se atreven a descalificar alguna acción o su propio gobierno para muestra un botón, recientemente el auditor superior de la Federación de nombre David Colmenares Páramo, en su afán de demostrar que su trabajo fue transparente, señaló que el aeropuerto NAICM tenía un sobre costo impresionante.

Una vez que lanzó esa afirmación categóricamente el auditor superior de la Federación, recibió un extrañamiento público del propio presidente de la República, que argumentó que dicha dependencia fiscalizadora está influenciada malamente por sus opositores.

Es lamentable ver el comportamiento que antes tuvo la Secretaría de la Función Pública Eréndira Sandoval, que se volvió tendencia tras haberse negado a ser fiscalizada por el auditor, muy raro que dicho personaje pusiera resistencia.

Cuando ella misma es en el gobierno federal la de la Función Pública, es decir, la primera fiscalizadora de que todas las cosas salgan bien y emitir la sanciones que correspondan.

El caso es que López Obrador ya le echó pleito al Auditor Superior de la Federación, y parece que no va a tener un final feliz toda vez que ya ordenó a su aparato legislativo, es decir a su mayoría en la Cámara a que procesen de inmediato a lado de tu superior.

Veremos en qué termina la novela, si finalmente López Obrador se sale con la suya y luego destituye al Auditor Superior, dicen los enterados de números legislativos que no le alcanza la mayoría para lograr el cometido, pero bueno conociendo el presidente todo puede pasar.